¿Os apetece ponzonear? Ponzano se ha convertido en uno de los barrios gastronómicos con más éxito de la Capital de España. Su oferta es cada vez más amplia y variada y acabo de conocer una joya que tenéis que apuntar en vuestra lista de “a visitar”, porque realmente merece la pena. Y hoy os queremos hablar de una novedad por esta zona.
En la madrileña calle de Bretón de los Herreros,dentro de esa área gastronómica que se ha creado bajo el hashtag #ponzaning,
acaba de abrir sus puertas el restaurante Zaga en el local
que durante los últimos años fuera El Atelier Belge.
Este establecimiento se posiciona como una propuesta en la que lo fundamental es comer bien, a un precio razonable y dando capital importancia al producto; de ahí su nombre. Ser un zaguero es ser un defensor y Zaga, precisamente, defiende a ultranza el producto y la exquisita selección del mismo como forma de conseguir la máxima calidad en sus recetas.
Tras una reforma integral a cargo del estudio KUBO ENE
de la interiorista Natalia Casco, ZAGA recibe al visitante con una cuidada
estética donde resulta inevitable sentirse cómodo. La creación y desarrollo de
la marca ha corrido a cargo del creativo publicitario Javier de Vega.
Defensa en barra
El restaurante presenta un primer espacio destinado a
barra y mesas altas que bajo el título “defensa en barra”
propone una carta específica de tapas y raciones destinadas a un picoteo
dinámico, pero en el que no se diluya el nivel gastronómico o para ese afterwork
informal y distendido propio de la zona.
Tostas variadas, ensalada de pimientos asados en la casa, ensaladilla rusa, una riquísima tortilla de patata (sola o con pimiento verde) que sin duda dará que hablar, croquetas caseras, empanadillas de bonito con tomate “como las de la abuela” o rejos de calamar al estilo de Santander son un anticipo de esa cocina de toda la vida basada en el producto que Zaga reivindica.
Rejos de calamar |
Defensa en mantel
En su restaurante, elegante y confortable, bajo el
epígrafe “defensa en mantel”, opta por llevar a un espacio
amplio, con una -ahora más que nunca- reconfortante distancia entre las
mesas (capacidad para 50 comensales), luminoso y vanguardista,una cocina de
esencia clásica y raíces tradicionales que trabaja la temporada con un “twist”
de innovación. La estacionalidad marca la carta de una cocina de sabores donde
el respeto a la mejor materia prima es la base de una propuesta basada en la
sencillez y en la honestidad. Zaga quiere “recuperar el sabor”, rescatando
platos tradicionales y recetas de esas “de siempre” que, por efímeras modas, se
han ido relegando.
Entre sus entrantes destacan el bonito que llega a
la mesa en un perfecto punto de jugosidad hecho en un particular escabeche que
aporta un plus de delicadeza al plato, el pisto con patatas y huevo “a
caballo”, las exquisitas berenjenas chinas con romescu o las
anchoas de Santoña servidas en mantequilla en lugar de en aceite, tal y
como las elaboraban primitivamente los primeros conserveros en la villa
cántabra que las popularizó mundialmente. Imprescindible probar el estupendo tataki
de atún rojo versionado que sorprende por su contraste de texturas y de
sabores
La carta del restaurante ofrece igualmente una
selección de tartares entre los que triunfan el tartar de atún rojo con
un sutil punto picante y el tradicional steak tartare, distintos arroces
(terminados al Josper), las siempre magníficas carnes de La Finca
y distintas opciones de pescado que reciben a diario de pequeños
proveedores elegidos con esmero. Reseñables también su escalope de ternera
“con empanado secreto” que se acompaña de unas deliciosas patatas fritas
caseras, esos cinematográficos espaguetis con meatballs que
inmediatamente evocan a “La Dama y el Vagabundo”.
Su selección de tartares está deliciosa |
El capítulo dulce resulta de lo más tentador y en él brilla con luz propia una piña a la brasa al Josper que se acompaña con una salsa de mojito y hierbabuena. También merecen una mención especial su tiramisú y su tarta de queso.
Tarta de queso |
Una bodega con más de 40 referencias
La bodega dispone de una cuidada selección de vinos de
diferentes denominaciones de origen con más de 40 referencias, además de
todo tipo de destilados para que los clientes puedan alargar la sobremesa en un
ambiente relajado y acogedor.
Varios espacios encantadores
El restaurante dispone también de un reservado
denominado “el ropero” con capacidad para 14 personas perfecto para
comidas de empresa o reuniones de amigos.
Una agradable terraza completa el espacio y promete ser objeto de deseo esta temporada, convirtiéndose en ineludible punto de reunión y entretenimiento en una de las zonas más punteras, -gastronómicamente hablando-, de la capital.
Información de interés
Precio medio en barra: 15-20 euros
Precio medio en sala: 30-40 euros
Dirección: Calle Bretón de los Herreros, 39, 28003
Madrid Teléf.: 912 321 130
Días de cierre: Domingos noches y lunes completos
Horario: De martes a sábado de 12,00-17,00 y de 20,30-
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