Hace poco más de un año que llegó a la madrileña calle de Génova un novedoso concepto que, en un coqueto local con acogedoras paredes vestidas de toile de Jouy, evoca a un café parisino de finales del siglo XIX, aunando la patisserie (pastelería) con la boulangerie (panadería) y el restaurant boutique.
Su nombre, Maison Mélie, proviene de una pastelería que abrió sus puertas en la pequeña localidad de Honfleur (Normandía) en el año 1894. Maison Mélie llega a España de la mano del financiero Michel Glas que se propone trasladar a Madrid la esencia de la mejor gastronomía francesa, así como de las delicias de su mítica panadería y pastelería.